Sobrevivir al abuso físico y emocional

Autor: Laura McKinney
Fecha De Creación: 2 Abril 2021
Fecha De Actualización: 26 Junio 2024
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Tanto el abuso físico como el emocional tienen consecuencias graves y, a veces, de por vida para la víctima. Y aunque es bastante común que una persona sufra solo abuso emocional, casi no hay casos de abuso puramente físico. Siempre va acompañado de una serie de comportamientos emocionalmente abusivos, que tienen una forma de convertir la vida de la víctima en un infierno.

¿Qué es abuso físico y emocional?

El abuso físico es cualquier forma de comportamiento que tenga la intención deliberada de causar daño físico. ¿Qué significa esto? Muchos de nosotros tendemos a pensar en el abuso físico a través de las imágenes de una persona que es golpeada fuertemente, golpeada y arrojada contra una pared. Aunque esto, lamentablemente, también ocurre con demasiada frecuencia, el abuso físico es mucho más que eso.


Cualquier forma de contacto físico no deseado, cuando sea agresivo y tenga la intención de causarle dolor y humillación, puede considerarse un abuso físico, especialmente cuando se repite una y otra vez. Por ejemplo, además de usar armas, golpear, golpear y patear, empujar o jalar a alguien para que vaya a algún lugar o para que no se vaya también es abuso físico. Si alguien te agarra la ropa o te sostiene la cara para obligarte a mirarlo, eso también es un comportamiento físicamente abusivo. O arrojarle algo, ya sea que golpee o falle, también es una forma de acto abusivo.

El abuso físico es más fácil de detectar que el abuso emocional

El abuso físico es bastante fácil de detectar. Por otro lado, el abuso emocional es una forma mucho más sutil de comportamiento abusivo y puede (y a menudo lo hace) ser ignorado y descartado simplemente como una relación más temperamental, por ejemplo. No obstante, el abuso emocional a veces puede dejar cicatrices aún más profundas en el alma que el abuso físico.


¿Cómo reconocer el abuso emocional?

En muchos casos, tanto la víctima como el abusador pueden no estar completamente conscientes de lo que está sucediendo en su interacción, especialmente si ocurre en una relación entre padres e hijos. Hay tantos matices en el contacto humano que puede ser difícil trazar la línea entre el abuso emocional y las reacciones normales, a veces de enojo.

No obstante, a diferencia de los arrebatos emocionales no abusivos, que normalmente ocurren, el abuso implica un patrón regular de degradación, lavado de cerebro, intimidación, insultos y similares. También es vergüenza, manipulación, intimidación, un debilitamiento gradual del sentido de confianza y autoestima de la víctima. El agresor intenta controlar, dominar y tener la autoridad absoluta en la relación y la sumisión absoluta por parte de la víctima.


Cuando hay abuso físico y emocional

Una víctima de abuso emocional puede sufrir “solo” esta forma de sufrimiento, ya que no todos los abusadores emocionales también se involucran en agresión física. Para muchos abusadores, menospreciar a sus víctimas y hacerlas sentir indignas les brinda suficiente sentido de control y poder. Sin embargo, casi sin excepción, el abuso físico va de la mano con otras formas de abuso, especialmente con el abuso emocional.

La dinámica de tal relación generalmente gira en torno a un ciclo de breve calma, seguido de una progresión gradual de abuso emocional, menosprecio, insultos, maldiciones y juegos mentales. Este período puede durar desde unos pocos días hasta meses. Pero en los casos de abuso combinado, siempre termina en una culminación en una forma de violencia física.

Los arrebatos físicos en varios grados se convierten en un patrón regular

La violencia al final del ciclo rara vez tiene que ver con un cambio en el comportamiento de la víctima. Por lo general, es simplemente la necesidad de control y dominación lo que crece y no se satisface con la tortura emocional "regular". El arrebato físico en varios grados suele ser el único resultado posible de una discusión aparentemente inocente, en tales casos.

El agresor intenta compensar su comportamiento con amabilidad y regalos.

Dependiendo de muchos factores, el perpetrador generalmente pasa los siguientes días o semanas en un estado de ánimo de disculpa, a veces cortejando a la víctima, cortejándola (ya que la mayoría de las víctimas de abuso físico son mujeres o niños) con amabilidad y regalos. Sin embargo, este período de aparente arrepentimiento siempre comienza a desmoronarse y el ciclo comienza de nuevo.

Que puedes hacer al respecto

Si reconoce su relación en estas líneas, hay varias cosas a considerar. En primer lugar, ambos tipos de abuso pueden dejar consecuencias permanentes para su salud física y psicológica. Pero, si está sujeto a abuso físico, su vida podría estar en peligro de una manera más directa y es posible que desee considerar la ruta más segura para salir de esta dinámica malsana.

Para las víctimas de abuso, es esencial que busquen la ayuda de sus seres queridos, profesionales y comunidad. Es posible que necesite un refugio y un lugar seguro para estar mientras pasa la tormenta. Y si decides trabajar en tu relación y tu pareja también expresa la voluntad de cambiar, ver a un psicoterapeuta individualmente y en pareja es lo correcto en esta etapa. En todos los casos, su seguridad debe ser lo primero en todo momento.