Agilidad emocional: ¿puede mejorar las relaciones?

Autor: Randy Alexander
Fecha De Creación: 23 Abril 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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V. Completa. Agilidad emocional: un entrenamiento para vivir mejor. Susan David, psicóloga
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La agilidad emocional se refiere a la capacidad de atravesar una variedad de experiencias y emociones, tanto fáciles como difíciles, sin dejar de elegir actuar de acuerdo con nuestros valores. La agilidad emocional tiene mucha importancia en nuestras relaciones que otros aspectos de la vida porque a menudo nos quedamos emocionalmente poco ágiles en nuestras relaciones románticas.

Agilidad emocional

La agilidad emocional es básicamente cuando nuestras historias, emociones y pensamientos influyen en la forma en que nos comportamos con nuestras parejas. En última instancia, nuestras acciones cambian y nos alejamos de la relación.

Todos los días, miles de pensamientos que giran en torno a nuestra relación circulan por nuestra cabeza. Nos preocupa el rechazo y experimentamos emociones como ansiedad e ira. También a menudo nos contamos historias a nosotros mismos. Por ejemplo, si alguien tiene padres divorciados, entonces tiene la historia de que ninguna relación dura mucho.


Del mismo modo, inventamos historias sobre nuestros valores o las cosas que nos merecemos. No hay necesidad de preocuparse si tiene esos pensamientos e historias. Cada uno de nosotros tiene pensamientos e historias difíciles que traemos al mundo.

De hecho, ambas cosas nos ayudan a darle sentido a nuestra vida. Además, nuestras historias y pensamientos nos ayudan a priorizar lo importante ya que prestar atención a todo es imposible.

¿Engancharnos a las historias puede afectar nuestro comportamiento?

Si bien estas historias nos mantienen funcionando y cuerdos, pueden comenzar a ocupar espacio en nuestras vidas e influir en nuestras acciones que no son representativas de quiénes somos.

Cuando nos enganchamos a nuestras historias, emociones y pensamientos, comienzan a tomar las riendas y nos alejan de nuestras acciones y comportamientos que coinciden con nuestros valores en lo que respecta a cómo queremos amar.

¿Cómo se conectan los valores y las acciones en las relaciones?


Nuestros valores tienen el poder de acercarnos a nuestro amante. Con nuestros valores en mente, podemos ser compasivos y aprender cómo nuestros pensamientos, emociones e historias se manifiestan para protegernos.

La compasión es fundamental porque, en ocasiones, actuaremos de una forma que no se ajuste a nuestros valores. En términos de relaciones, esto realmente significa tener al menos dos o tres valores en lugar de metas.

En las relaciones, a menudo encontrarás personas con objetivos que les gusta pasar más tiempo juntos o dejar de pelear.

El problema, sin embargo, es que las metas son puntos finales y pueden medirse y definirse.

Mientras tanto, los valores son la calidad de la experiencia y lo ayudan a dirigir la relación en la dirección que desea. Y esa es la diferencia entre metas y valores, con estos últimos, no hay punto final.

Hay una diferencia entre las necesidades y los deseos de la relación

Las personas a menudo intentan superar las partes difíciles de su relación tratando de controlar o manejar sus historias, emociones y pensamientos. Este es particularmente el caso cuando una pareja está herida o enojada e intenta controlarse a sí misma. Por sorprendente que parezca, este es el enfoque equivocado.


En cambio, las personas deberían estar más abiertas a sus historias, emociones y pensamientos, y ser más compasivas con ellos. Una vez que abra su corazón a ellos, se dará cuenta de que todas esas cosas no necesitan estar a cargo. Además, también te hace darte cuenta de lo que te importa en las relaciones y qué cualidades de acción te gustaría comenzar a ver en tu relación.

Las investigaciones muestran que cuando las personas se sienten presionadas o tristes, o cuando están por todos lados corriendo, es cuando se enganchan a sus emociones, pensamientos e historias.

Engancharse conduce al contagio social

Cuando las personas se apegan a emociones, pensamientos e historias inútiles, se ven envueltos en un fenómeno llamado contagio social.

En este fenómeno, básicamente te comparas a ti mismo y tu relación con la de tus amigos y comienzas a castigarte por ello. Del mismo modo, adoptas comportamientos que no sirven a ninguna relación. Por ejemplo, dejarás de saludar a tu pareja cuando llegue a casa.

Todas estas acciones constituyen un comportamiento sin sentido, y sabemos por las investigaciones que este tipo de comportamiento puede ser generalizado y altamente destructivo.

Elige siempre tus valores

Cada día tienes la oportunidad de dar un paso más hacia tus valores o alejándote de ellos. Estos se pueden llamar puntos de elección. Entonces, por ejemplo, cuando tu pareja llega a casa, tienes la opción de levantarte y abrazarlo o simplemente quedarte donde estás.

Al pensar en estos puntos de elección, recuerde que sus valores definen cómo nos comportamos con nuestra pareja.

Una vez que tenga los valores en mente, puede señalar sus hábitos que no son congruentes con sus valores. A continuación, puede realizar cambios y adaptar acciones que definan sus valores. En última instancia, esto creará una diferencia en su relación y creará la conexión que tanto anhela.