Ser un padre y un socio consciente

Autor: Monica Porter
Fecha De Creación: 18 Marcha 2021
Fecha De Actualización: 1 Mes De Julio 2024
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Contenido

Hablemos de “mindfulness” y pongámoslo en práctica para lograr relaciones saludables con su pareja e hijos.

Ser consciente significa primero tomar conciencia de nuestras propias experiencias internas en el momento presente (sensaciones / pensamientos / emociones), así como las de las personas que nos rodean. Luego viene aceptar esas experiencias con compasión y sin juzgar. Cuando estamos libres de cavilaciones sobre el pasado o ansiedad por el futuro, podemos disfrutar más plenamente del aquí y ahora.

¿Notó que la descripción anterior no contiene una "lista de tareas pendientes"?

La atención plena comienza estableciendo la intención de ser consciente.

La atención plena no se trata de una cosa más por hacer, sino más bien de un estado de ser y devenir. Comienza estableciendo la intención de ser consciente, continúa practicando este nuevo estado mental y luego se traduce en comportamientos y relaciones más saludables.


Ciertamente, un hábito regular de autorreflexión, meditación, relajación o yoga / movimiento ciertamente puede cultivar la atención plena. Sin embargo, aunque la clave es, para empezar, una mente abierta al cambio y la auto-indagación.

Una vez que decidimos prestar más atención a nuestras sensaciones / pensamientos / emociones y aceptarlas sin juzgar, tenemos la oportunidad de observar y reflexionar sobre nuestras experiencias internas con más claridad y calma. La culpa, la vergüenza y el autodesprecio ya no son necesarios, lo que permite emociones menos intensas y decisiones más racionales.

De manera similar, cuando reconocemos que nuestros seres queridos tienen sus propias luchas internas que influyen en nuestras diferencias, ¿cómo podemos culparlos o criticarlos por más tiempo? En lugar de reaccionar inmediatamente de manera emocional, podemos practicar hacer una pausa para reflexionar y elegir la respuesta más útil.

Aquí hay ejemplos de cómo podemos practicar la atención plena en las rutinas diarias.


Cuando nos damos cuenta de que el estrés está aumentando para todos los involucrados, tome un descanso (aunque sea de 3 minutos) para calmar el cerebro, a fin de evitar irritarse y presionar los botones de los demás.

Si nuestras parejas o nuestros hijos están pasando por un momento emocional, preguntarles cómo se sienten y ofrecer palabras de consuelo (“Lamento que esto sea difícil”) demuestra que los apoyamos sin juzgarlos.

Imagínese lo bien que se sentiría esto, en comparación con sacar conclusiones precipitadas sin preguntar o dar una opinión no deseada. Esto último podría interpretarse como una crítica y potencialmente conducir a malentendidos, conflictos y desconexiones.

Cuando ocurren discusiones o luchas de poder, tomar un descanso mental para calmarse en el calor del momento puede marcar la diferencia entre reaccionar emocionalmente y responder pensativamente.

Prestar atención a cualquier detalle mundano (como un cónyuge que saca la basura o un hijo que nos extraña) y expresar gratitud por ello aumenta la vibra positiva en cualquier relación, ¡como poner dinero en el banco!


Lo que ha hecho de la atención plena una palabra de moda en las últimas dos décadas es la publicación de muchos estudios de investigación que encontraron importantes beneficios mentales y médicos de una práctica regular de la atención plena (consulte “La revolución de la atención plena” de Barry Boyce para un buen resumen).

A continuación se muestran algunos de los muchos beneficios que he experimentado a través de mi trabajo como terapeuta familiar y con mis propias relaciones familiares:

Navegando en tiempos estresantes con menos conmoción. ¡Es contagioso! La actitud compasiva de uno inspira a otros miembros de la familia a responder de manera similar.

El efecto dominó intergeneracional: los niños aprenden a ser socios sólidos copiando las habilidades conscientes de los padres y observando una relación saludable entre los padres.

Disfrutando del placer de conexiones más profundas e íntimas. ¡Nos lo merecemos!

Promueve la salud mental de los niños a largo plazo.

Mindfulness es un trabajo en progreso eterno

La buena noticia es que la atención plena es un trabajo en progreso eterno. Cada día es una nueva oportunidad para practicarlo. Incluso cuando cometemos errores, los aceptamos con autocompasión y aprendemos las lecciones. Por lo tanto; ¡no podemos fallar en eso! Asi que, por que no intentarlo?

Las rutinas diarias están repletas de oportunidades para practicar la atención plena. En una entrevista con Tim Ferriss, Jack Kornfield declaró: “Tus hijos son tu práctica; y de hecho, no se puede conseguir un maestro zen que sea más exigente que un bebé con cólicos, o ciertos niños adolescentes. Eso se convierte en tu práctica ".

Para comenzar, hay muchas meditaciones guiadas de atención plena y charlas disponibles sin costo. No es necesario esperar para tener mucho tiempo o dinero para asistir a una clase de atención plena o un retiro. ¡La atención plena es un regalo que usted y su familia merecen!